12 mayo 2008

Yo me quiero casar... pero la inflación no me deja


La inflación es el nuevo problema para aquellos que creen haber encontrado al amor de su vida y quieren sellar el compromiso. Excusa u obstáculo real, lo cierto es que los valores cambiantes de manteles, mozos, vajilla, comida y bebida hacen casi imposible calcular cuánto va a salir la boda.
Las wedding planner aseguran que, a diferencia de hace cuatro meses cuando se podía arreglar un precio que se mantenía prácticamente fijo, ahora las cláusulas de ajuste están a la orden del día. Por ejemplo, los valores de los catering cambian cada aproximadamente 15 días, mientras que las fundas de las sillas suben cerca de $0,20 por mes, a lo que se suma la suba salarial de los mozos. Por todo esto, hacer una planificación a largo plazo es casi imposible, informó un matutino porteño.
Los proveedores basan la variación de precios en dos indicadores principales: el dólar y el precio de la nafta. Y éste último registró un incremento de 15% en abril.
Una fiesta básica para 200 personas, con salón, catering, cotillón, DJ y centros de mesa cuesta cerca de $30 mil. Sin embargo, hasta último momento no se puede cancelar la deuda: casi ninguna empresa acepta más que el 30% de la seña, temerosa de que los valores se multipliquen con el correr de los meses.
Para las wedding planner, este tipo de situaciones no se vivían desde la crisis de 2001.
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