18 mayo 2008

No tendré marido pero SOY FELIZ!!!


Por decreto, por elección, por actitud. Es cuestión de detenerse un momento. Mente en blanco. Y MIRAR, no VER, con ojos abiertos y profundos “qué tengo?”. Tengo dos hijos maravillosos, tengo salud, tengo unos padres y una abuela increíbles, tengo amigas, tengo a mi fiel compañero MORO, que no habla pero ladra (igual que muchos humanos). Tengo trabajo, difícil, pero digno. Casa, comida, abrigo, mi precioso jardín... Tengo a Dios. Pero sobre todas las cosas tengo algo que no tiene precio: PAZ Y TRANQUILIDAD. En este año tibetano si se quiere, las recuperé. Me despojé de una película de terror en la cual fui protagonista, lavé mi alma a través de mis ojos, -me deshidraté llorando-, y me paré en un lugar en el que las viejas heridas son sólo eso: pasado. Mucha soledad, introspección, balances y sobre todo: una contundente dosis de ovarios (con quistes y todo). Terapia con la psicóloga, terapia nadando en la pileta, terapia de amigas, libros, música... después de años de terapia intensiva, llevo un año ya sin “el tumor”. Lo extirpé. Y volví a nacer. Y atrás quedó un rosario de promesas, mentiras y dolores cotidianos.
Ave Fénix. Resilente. Todo a pulmón. Y tengo mi dignidad entera y gorda. Y fue la mejor decisión de mi vida.
Soy feliz. Decidí serlo y lo logré. Sin marido. Sin compañero virtual. Sin el: Te tengo y no...
P/D: el tumor no era mi marido.
M.V.Z.

No hay comentarios: